Siempre que tengo invitados y quiero asegurarme de que el pescado quede perfecto, preparo esta lubina a la sal. Me encanta porque no necesita más que buena materia prima y un horno. El resultado es una carne blanca, jugosa y sabrosa, que se deshace sola con el tenedor. Es una forma de cocinar limpia y sin artificios, que respeta el sabor natural del producto.
Ingredientes
Dificultad: Media
Tiempo estimado: 40 minutos
- 1 lubina entera de 1 a 1,5 kg (eviscerada pero sin quitar escamas)
- 2 kg de sal gruesa para hornear
- 1 clara de huevo (opcional, para compactar mejor la sal)
- Limón y aceite de oliva virgen extra para servir (opcional)
Receta paso a paso de la lubina a la sal
- Preparación del horno y del pescado:
- Precalienta el horno a 200 °C.
- Seca la lubina con papel de cocina y asegúrate de que esté bien limpia por dentro, pero sin quitarle las escamas.
- Preparar la cama de sal:
- En una bandeja de horno, coloca una capa de sal gruesa de unos 2 cm de espesor.
- Si quieres, puedes humedecer la sal con una clara de huevo para que compacte mejor.
- Cubrir el pescado:
- Coloca la lubina encima de la cama de sal y cúbrela completamente con el resto de la sal. Presiona con las manos para que quede bien sellada.
- Horneado:
- Hornea la lubina durante unos 25-30 minutos. Para una lubina de más de 1,5 kg, puedes alargar 5 minutos más.
- Presentación:
- Saca la bandeja del horno y deja reposar 5 minutos.
- Rompe con cuidado la costra de sal con ayuda de un cuchillo o una cuchara resistente.
- Retira la piel y sirve la carne con un chorrito de aceite de oliva y limón si se desea.
Información nutricional (aproximada por ración)
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
220 kcal | 33 g | 9 g | 0 g |
La lubina a la sal es ideal para quienes buscan una receta saludable. La técnica de cocción sin grasas añadidas conserva intactos los nutrientes del pescado y evita cualquier exceso calórico. Es rica en proteínas, baja en grasas y muy digestiva, perfecta para una comida ligera pero completa.
Variantes de la lubina
- Lubina a la plancha: Una forma rápida y ligera de cocinarla. Sabor intenso con muy poca grasa, ideal para el día a día.
- Lubina a la parrilla: Cocinada sobre brasas o en barbacoa, con un toque ahumado y crujiente. Muy popular en verano.
- Lubina al horno con patatas: Clásico gallego, con patatas, cebolla y tomate, ideal para comidas familiares o celebraciones.
Origen e historia de la lubina a la sal
Aunque esta técnica se asocia a muchas zonas costeras del Mediterráneo, en Galicia también se ha popularizado por lo bien que se adapta al pescado fresco de nuestras lonjas. En muchas casas se ha convertido en una receta de confianza para cenas especiales. No requiere más que buen producto y respeto por el punto de cocción, algo que valoramos mucho en nuestra cocina.
Consejos prácticos para la lubina a la sal
- No quitar las escamas: Ayudan a que la sal no penetre en la carne y actúan como una barrera protectora.
- Evita abrir durante la cocción: El horno debe mantenerse cerrado para que el calor circule bien y la cocción sea uniforme.
- Tiempo justo: No sobrecocines la lubina; una vez se pase de punto, pierde su jugosidad.
- Sirve con sencillez: Un buen aceite virgen extra y unas gotas de limón bastan para realzar su sabor.
Maridaje recomendado para la lubina a la sal
Lo ideal es un vino blanco fresco y afrutado, como un Albariño o un Treixadura. Su acidez ligera ayuda a equilibrar la untuosidad del pescado y limpia el paladar entre bocado y bocado. Para un toque más informal, también funciona con una sidra natural bien fría.
Preguntas frecuentes
¿Puedo preparar lubina a la sal con filetes en vez de entera?
No es lo ideal. La costra de sal funciona mejor con el pescado entero y con piel para proteger la carne y lograr ese punto jugoso.
¿Qué hago si me sobra pescado?
Puedes desmenuzar lo que sobre y usarlo para hacer una ensalada fría con tomate, huevo cocido y aceitunas. También va genial en una empanada casera.
¿Se puede hacer con otros pescados?
Sí, esta técnica va muy bien también con dorada, besugo o sargo. Siempre que sean pescados enteros y con buena frescura.