El bizcocho de yogur fue de las primeras cosas que aprendí a hornear, y todavía hoy sigue saliendo del horno en mi casa cuando apetece algo dulce sin líos. Forma parte de esas recetas de postres que no fallan: se hace con lo que hay, huele a limón recién rallado y queda tan esponjoso que desaparece en una merienda sin avisar. Me gusta hacerlo en molde alto, como se hacía antes, y servirlo templado, con el aroma llenando la cocina.
Ingredientes
- 1 yogur natural (125 g)
- 1 medida del yogur de aceite de oliva suave o girasol
- 2 medidas del yogur de azúcar
- 3 medidas del yogur de harina de trigo
- 3 huevos medianos
- 1 sobre de levadura química (16 g)
- Ralladura de 1 limón (opcional)
- Una pizca de sal
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado: 50 minutos
Receta paso a paso del bizcocho de yogur
- Preparar el horno y el molde: Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba y abajo. Engrasa un molde con mantequilla y espolvorea con harina, retirando el exceso.
- Mezclar los ingredientes húmedos: En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añade el yogur y el aceite, y mezcla bien. Incorpora la ralladura de limón si decides usarla.
- Incorporar los ingredientes secos: Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Añade esta mezcla al bol poco a poco, integrándola con movimientos suaves hasta obtener una masa homogénea.
- Hornear: Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante aproximadamente 35-40 minutos. Para comprobar si está listo, introduce un palillo en el centro; si sale limpio, el bizcocho está cocido.
- Enfriar y desmoldar: Deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo. Luego, colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
Información nutricional (aproximada por ración)
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
280 kcal | 6 g | 12 g | 38 g |
Este bizcocho aporta energía y nutrientes esenciales, siendo una opción adecuada para comenzar el día o disfrutar de una merienda casera.
Otras recetas gallegas de repostería casera
- Bica gallega: Un bizcocho denso y jugoso típico de Ourense, elaborado con manteca de vaca.
- Filloas: Crepes finas que se pueden rellenar con miel, crema o frutas.
- Tarta de Santiago: Pastel de almendra con la emblemática cruz de Santiago en su superficie.



Origen e historia del bizcocho de yogur
El bizcocho de yogur es una receta que se ha transmitido de generación en generación en muchas familias gallegas. Su sencillez y la utilización del vasito de yogur como medida lo han convertido en una opción popular para introducir a los más pequeños en la repostería. Aunque no tiene un origen específico en Galicia, su presencia en los hogares gallegos es indiscutible.
¿Sabías esto sobre el bizcocho de yogur o sus ingredientes?
La técnica de utilizar el vasito de yogur como medida para los ingredientes no solo facilita la preparación, sino que también fomenta la participación de los niños en la cocina, convirtiendo la repostería en una actividad familiar y educativa.
Qué tener en cuenta si es la primera vez que cocinas bizcocho de yogur
- Temperatura de los ingredientes: Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para una mejor integración.
- No sobrebatir la masa: Mezcla los ingredientes hasta que estén justo integrados para evitar que el bizcocho quede duro.
- Controlar el horneado: Cada horno es diferente; vigila el bizcocho a partir de los 30 minutos para evitar que se seque.
Maridaje recomendado para el bizcocho de yogur
Este bizcocho combina perfectamente con un café gallego o una infusión de hierbas. Para los más pequeños, un vaso de leche o un batido de frutas es el acompañante ideal.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar yogur de sabores?
Sí, puedes utilizar yogures de sabores como limón o vainilla para darle un toque diferente al bizcocho.
¿Se puede hacer sin azúcar?
Puedes sustituir el azúcar por edulcorantes aptos para hornear, ajustando las cantidades según las indicaciones del producto.
¿Cómo conservar el bizcocho?
Guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 3-4 días, o en el frigorífico si hace mucho calor.