Cuando llega diciembre, muchos niños esperan a Papá Noel o los Reyes Magos. Pero en los rincones más profundos de Galicia, donde la niebla abraza los montes y el fuego de la lareira reúne a la familia, hay otra figura que despierta la ilusión: O Apalpador.
Un viejo carbonero de las montañas, de barba roja y manos grandes, que baja una vez al año a tocar las barrigas de los niños. No busca saber si han sido buenos, sino si han comido suficiente. Y eso lo cambia todo.
Un visitante de las montañas que toca corazones
Se dice que vive en las sierras de O Courel o Ancares. Durante todo el año trabaja haciendo carbón, caminando entre castaños y rocas, pero cuando llega la Navidad, baja al valle.
Su misión es sencilla: palpar la barriga de los niños mientras duermen para asegurarse de que están bien alimentados. Si es así, les deja castañas, nueces, dulces o pequeños regalos.
O Apalpador no juzga ni castiga. No trae juguetes caros ni exige listas interminables. Viene con humildad, desde la tierra, y representa lo que de verdad importa.
¿Quién es el Apalpador y por qué toca las barrigas?
- Es un anciano carbonero con aspecto bonachón
- Lleva boina, zamarra y pantalones de pana
- Siempre cargado con un saco y algunas herramientas de monte
- Baja en la noche del 24 o del 31 de diciembre, según la zona
El gesto de tocar la barriga no es extraño en Galicia: es una forma tradicional de comprobar que alguien está bien. O Apalpador lo hace como un abuelo que cuida de los suyos.

Origen del mito: raíces rurales y valores comunitarios
Esta figura nace en el interior de Lugo, especialmente en la Serra do Courel, como parte de la tradición oral. En las noches frías, alrededor del fuego, se contaban historias para enseñar a valorar la comida, la solidaridad y el abrigo familiar.
A diferencia de Papá Noel, que llega en trineo desde el norte, el Apalpador camina. No viene cargado de lujos, sino de sentido.
Su origen podría estar relacionado con figuras paganas ligadas al solsticio de invierno y a la protección de los niños frente al hambre.
¿Cómo se celebra hoy al Apalpador en Galicia?
- En O Courel y otras comarcas se organiza su bajada simbólica desde el monte
- En ciudades como Lugo, Ourense o Santiago se hacen talleres, cuentacuentos y visitas escolares
- Se venden figuras del Apalpador, libros infantiles y dulces típicos con su imagen
- En muchas casas gallegas, se ha recuperado como alternativa o complemento a otras tradiciones navideñas
Diferencias con otras figuras navideñas
Aspecto | Papá Noel | Reyes Magos | O Apalpador |
---|---|---|---|
Origen | Norte de Europa | Oriente | Montañas de Galicia |
Estilo | Lujoso, industrial | Real, mágico | Rústico, natural |
Regalos | Juguetes modernos | Oro, incienso… | Castañas, dulces |
Mensaje | Consumo y magia | Esperanza | Cuidado y alimento |
Su esencia conecta con los niños desde la calidez de la tierra.
¿Qué simboliza el Apalpador para Galicia?
- La preocupación por el bienestar de la infancia
- El valor de la comunidad, la comida y el calor del hogar
- Un ejemplo de resistencia frente a la homogeneización cultural
- Una celebración de lo sencillo, lo cercano y lo verdadero
Otras figuras gallegas que cuidan, protegen… o advierten
- Como los Gigantes de los Castros, el Apalpador protege desde lo alto
- A diferencia de los Trasnos, no juega al despiste, sino que observa y actúa con amor
- Algunos cuentos lo vinculan al Urco, como figura de invierno que aparece con niebla
- En zonas montañosas, hay relatos que lo relacionan con los Mouros, como herencia de un pasado mágico compartido



Preguntas frecuentes sobre O Apalpador
¿Cuándo viene exactamente el Apalpador?
Depende de la zona. En algunas aldeas baja el 24 de diciembre, en otras el 31.
¿Se celebra en toda Galicia?
No tradicionalmente, pero en los últimos años se ha expandido a toda la comunidad y más allá.
¿Es un personaje nuevo o antiguo?
Es antiguo, aunque fue recuperado recientemente a partir de relatos orales y estudios etnográficos.
¿Qué puede enseñar hoy el Apalpador a los niños?
Que la Navidad no es solo recibir, sino compartir, cuidar y agradecer lo esencial.