Las luces se apagan. Solo queda la llama azul danzando sobre el líquido ardiente. Una voz grave recita palabras antiguas: “Mouchos, coruxas, sapos e bruxas…”. Alrededor, el silencio es absoluto. Y mientras el aguardiente se consume, todos los males se disuelven en el aire. Así comienza la queimada, el ritual mágico gallego por excelencia, donde el fuego no solo calienta: purifica.
¿Qué es la queimada?
La queimada es una bebida tradicional gallega hecha con aguardiente blanco, azúcar, granos de café y cortezas de limón o naranja, a la que se prende fuego mientras se recita un conjuro ancestral para ahuyentar malos espíritus y proteger a los presentes.
Pero la queimada es mucho más que un licor: es un ritual colectivo que mezcla lo mágico, lo simbólico y lo festivo. Nacida en el corazón de Galicia, ha acompañado reuniones familiares, fiestas populares, noches de leyenda… y hoy es uno de los gestos más reconocibles de la identidad cultural gallega.

Origen y evolución: entre mito y reinvención
Aunque se le atribuyen raíces celtas y medievales, la queimada tal como la conocemos es una tradición relativamente moderna, popularizada a mediados del siglo XX por movimientos culturales galleguistas y comunidades emigrantes. Fue en esos contextos donde la queimada se convirtió en símbolo de resistencia, orgullo y conexión con la tierra.
El famoso «conxuro da queimada», escrito en gallego con tintes arcaicos y oscuros, fue recopilado y difundido por intelectuales y grupos folclóricos. Su tono teatral y sus imágenes (brujas, sapos, diablos) evocan una Galicia mágica que vive entre lo real y lo simbólico.
Hoy, la queimada se celebra tanto en fiestas privadas como en eventos turísticos, pero su esencia se mantiene: crear un espacio de unión, protección y celebración colectiva.
Ingredientes de la queimada y su preparación paso a paso
La preparación es casi un acto litúrgico. Se realiza en un recipiente de barro o metal resistente al fuego, preferentemente en la oscuridad o con luz tenue para realzar el efecto visual.
Ingredientes tradicionales:
- Aguardiente blanco gallego
- Azúcar (3-5 cucharadas por litro)
- Corteza de limón o naranja
- Granos de café enteros
- Opcional: manzana, canela, o pasas
Ritual:
- Se mezclan todos los ingredientes en el recipiente.
- Se enciende el aguardiente, utilizando un cucharón metálico para encender con una mecha o una cerilla larga.
- Se vierte lentamente el líquido ardiendo sobre sí mismo, creando una llama azul que “baila” sobre la bebida.
- Mientras el fuego crepita, se recita el conxuro.
“Mouchos, coruxas, sapos e bruxas…”
“Feitizos das meigas malas,
forzas do aire, da terra, do mar e do lume…”
El fuego se va consumiendo poco a poco. Cuando se apaga, la queimada se sirve muy caliente, en pequeñas tazas de barro. Cada sorbo es una bendición ardiente.

El conjuro: palabras que protegen
El “Conxuro da queimada” es un poema recitado como invocación, mezcla de amenaza a los malos espíritus y protección para los presentes. Aunque tiene diferentes versiones, siempre invoca animales nocturnos, brujas, meigas e infernos.
Es un conjuro teatral, pero con una carga emocional que atraviesa generaciones. Su recitación, normalmente por una sola voz mientras el grupo escucha en silencio, es el momento más esperado del ritual.
¿Qué dice el conxuro da queimada?
El conxuro da queimada es el corazón del ritual. Este texto, que mezcla humor, misterio y referencias mágicas, invoca a brujas, espíritus y otros seres sobrenaturales para alejarlos y proteger a los presentes. Este es el texto del conxuro da queimada:
«Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños,
espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas,
feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas,
fogar dos vermes e alimañas.
Lume das santas Compañas.
Mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios.
Ouveo do can, pregón da morte;
fuciño do sátiro e pé do coello.
Pecadora lingua da mala muller
casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú,
lume dos cadavres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes,
peidos dos infernales cus,
muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira,
falar dos gatos que andan á xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol, levantarei as chamas deste lume
que asemella ó do inferno
e fuxirán as meigas a cabalo das súas escobas,
índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que
non poden deixar de queimarse
no augoardente quedando así purificadas.
E cando esta brebaxe baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males
da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do Ar, Terra, Mar e Lume,
a vós fago esta chamada:
Si é verdade que tedes máis poder que a humana xente,
eiquí e agora, facede que os espritos dos amigos que estean fóra,
participen con nós desta queimada.»
¿Cuándo se hace una queimada?
Aunque puede realizarse en cualquier celebración especial, hay noches en las que el ritual cobra un sentido más profundo:
- En la Noite de San Xoán, como complemento al fuego purificador y las hierbas mágicas.
- Durante el Samaín, para protegerse de los espíritus que cruzan al mundo de los vivos.
- En reuniones familiares o fiestas populares, como símbolo de bienvenida, cierre o reconciliación.
- En actos culturales, para recordar la Galicia mágica y profunda que habita más allá del turismo.
Conexión con otras tradiciones gallegas
La queimada es prima cercana de otras celebraciones que mezclan fuego, palabra y protección:
- En el Samaín, también se recogen calabazas, se invoca lo invisible y se reconoce la frontera entre mundos.
- En el Magosto, el fuego reúne, aunque sea para asar castañas y compartir vino nuevo. Pero el espíritu es el mismo: comunidad, tierra, rito.
- En la Noite de San Xoán, el fuego limpia, y las meigas también son protagonistas. La queimada amplifica ese conjuro con voz y aguardiente.
- Incluso en la matanza do porco, aunque más terrenal, hay un componente ritual que conecta con la necesidad de proteger y agradecer.



Y como todas las tradiciones gallegas, cuando el calor se va, y el silencio regresa, la morriña aparece. Esa nostalgia dulce que solo sentimos quienes vivimos, o recordamos, noches como estas.
Preguntas frecuentes sobre la queimada
¿Es una bebida de origen celta?
No del todo. Aunque se inspira en tradiciones antiguas, la queimada tal como se conoce hoy es una creación del siglo XX, con raíces literarias, folclóricas y culturales.
¿Se puede hacer sin decir el conjuro?
Sí… pero no es lo mismo. El conjuro es lo que transforma una bebida en un rito. Es parte esencial de la experiencia.
¿Dónde se suele celebrar?
En casas, aldeas, fiestas populares o eventos organizados. Hay restaurantes y casas rurales que ofrecen “noites de queimada” como experiencia cultural.
¿Qué efectos tiene?
Es una bebida fuerte, se toma en pequeñas cantidades y muy caliente. Ideal para el invierno y para cerrar una buena cena. Y si se hace bien… cura algo más que el frío.
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Queimada: cuando Galicia se bebe en llamas
Hay rituales que se heredan. Otros que se reinventan. Pero pocos consiguen fundir palabra, fuego, bebida y comunidaden un solo gesto. La queimada es eso: una Galicia que arde, que se protege, que se nombra y se bebe. Y que, entre sorbo y sorbo, recuerda de dónde viene.