Los trasnos: Pequeños seres traviesos del folclore gallego

En Galicia, donde la lluvia afina el silencio y la piedra guarda memoria, hay criaturas que no se ven pero que se sienten. Pequeños, escurridizos, juguetones y a veces algo pesados, los trasnos son parte inseparable de la mitología gallega. No son peligrosos, pero tampoco inofensivos: si los ignoras, te hacen la vida imposible; si los respetas, se convierten en aliados invisibles.

Los trasnos son los duendecillos del folklore gallego, una mezcla de espíritu doméstico, humor pícaro y caos encantador.

¿Quiénes son los trasnos?

Los trasnos suelen describirse como seres pequeños, de orejas puntiagudas y ojos brillantes. Algunos dicen que van vestidos de rojo o verde, otros aseguran que tienen los pies al revés para que no puedas seguir sus huellas. Aunque invisibles la mayoría del tiempo, su presencia se siente en el hogar.

Se dedican a jugar con las cosas de la casa, esconder llaves, cambiar de sitio las herramientas, abrir cajones o apagar luces. No hacen daño grave, pero pueden poner a prueba la paciencia de cualquiera.

trasnos gallegos

Carácter dual: ¿bromistas o guardianes?

El trasno no es malvado, pero tampoco es neutral. Su comportamiento depende del trato que reciba:

  • Si se le ignora o maldice, se vuelve molesto, incluso insoportable
  • Si se le reconoce, se le habla con humor o se le deja alguna ofrenda, puede volverse protector de la casa

En muchas aldeas se decía que un hogar sin trasno era un hogar vacío. Su presencia era símbolo de vida, magia y compañía invisible.

El origen del mito

Los trasnos tienen raíces celtas. En los pueblos antiguos de Galicia, se creía que cada casa tenía su propio espíritu que velaba por ella, parecido al «lar» romano o al «brownie» escocés. El trasno gallego es heredero directo de esa tradición, adaptado a la idiosincrasia gallega: bromista, socarrón, algo burlón, pero siempre presente.

Durante generaciones, se transmitieron historias de trasnos que ayudaban en la cocina, trenzaban el pelo del ganado o molestaban solo para reírse un rato.

¿Cómo reconocer la presencia de un trasno?

Hay quienes aseguran haber vivido con uno sin saberlo hasta que prestaron atención. Las señales más comunes son:

  • Objetos que cambian de sitio constantemente
  • Ruidos inexplicables durante la noche
  • Pasos diminutos sobre el tejado
  • Pequeños accidentes domésticos repetidos (un vaso que siempre se cae, una puerta que siempre se abre sola)

No hay que temerlos, pero sí saber que están y reconocerlos con respeto.

trasnos domésticos en las casas de Galicia

¿Cómo convivir con un trasno en casa?

Los trasnos no desaparecen fácilmente, pero hay maneras de vivir en armonía con ellos:

  • Hablarles en voz baja, con tono afectuoso, como quien se dirige a un niño travieso
  • Dejarles un cuenco con leche o un trozo de pan antes de dormir
  • Asignarles una tarea simbólica, como vigilar la puerta o cuidar las gallinas

Nunca hay que desafiarlos directamente. Eso sólo aumenta su deseo de molestar.

Comparación con otros seres del imaginario gallego

En el panteón mitológico gallego, los trasnos tienen un lugar destacado por su cercanía con la vida cotidiana. A diferencia de:

  • Los Encantos, que habitan en cuevas y prometen riquezas a cambio de pruebas, los trasnos están en la casa, en el día a día
  • Los Mouros, guardianes de tesoros subterráneos, que son majestuosos y misteriosos; los trasnos son pequeños y familiares
  • Los Biosbardos, que son criaturas inventadas para bromear, mientras que los trasnos tienen una función simbólica real en la cultura tradicional

Los trasnos hoy: símbolo de tradición y fantasía

A pesar del paso del tiempo, los trasnos siguen vivos en la memoria gallega:

  • Aparecen en cuentos infantiles, festivales populares y representaciones teatrales
  • Son protagonistas de actividades escolares, como el proyecto «Trasnos na Escola»
  • Se han convertido en emblema de lo invisible, lo misterioso y lo encantador de Galicia

Hoy, más que nunca, recuperarlos es una forma de mantener viva una parte fundamental del imaginario popular.

Preguntas frecuentes sobre los trasnos

¿Son peligrosos?
No. Los trasnos solo buscan jugar o hacerse notar. Si se les molesta, pueden ser persistentes, pero no causan daño real.

¿Cómo saber si tengo uno en casa?
Si los objetos cambian de lugar, hay ruidos extraños y el desorden aparece de la nada, probablemente estés conviviendo con uno.

¿Puedo echarlo de casa?
No es fácil. Lo mejor es convivir con respeto, buen humor y algún que otro gesto simbólico de bienvenida.

¿Qué representan en la cultura gallega?
El vínculo entre lo cotidiano y lo mágico. Los trasnos nos recuerdan que el mundo siempre guarda un rincón para el misterio.