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La cocina gallega no se entiende sin el mar. En sus rías nacen los mariscos más valorados del mundo, y en sus cocinas se preparan con mimo, sencillez y respeto por el producto.

Esta página reúne las mejores recetas con marisco gallego: platos típicos, guisos marineros, empanadas y preparaciones festivas. Desde unas almejas a la marinera hasta una empanada de zamburiñas, aquí el mar se sirve en cada bocado.

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Técnicas de cocción para el marisco

La cocina gallega valora el producto por encima de todo, y con el marisco esto se lleva al extremo. Aquí, la técnica no busca transformar, sino realzar la esencia del mar. Las preparaciones son sencillas, pero precisas, y se han perfeccionado durante generaciones de cocineros y mariscadoras.

Cocción en agua de mar (o muy salada)

La regla de oro para mejillones, nécoras o centollas. Se cuecen en agua con abundante sal (idealmente agua del propio mar o con proporciones similares), y se respetan los tiempos exactos de cocción para evitar que se pasen o endurezcan. Una centolla grande puede requerir hasta 18 minutos; los mejillones, apenas 5.

👉 Tip: añade una hoja de laurel para un aroma tradicional gallego.

Plancha sin exceso de aliño:


Mariscos como las navajas, almejas, vieiras o zamburiñas se cocinan a la plancha con un simple toque de aceite de oliva y, si acaso, unas gotas de limón o ajo picado. La clave está en que el calor sea fuerte y rápido: abrir el marisco y sellar su jugo sin que se reseque.

Salsas ligeras y fondos suaves:


Las almejas a la marinera son un clásico: cebolla, ajo, perejil, harina, vino blanco y el propio caldo que sueltan los moluscos al abrirse. Nada de espesantes artificiales ni salsas pesadas. El marisco gallego se defiende solo.

Horneado corto y equilibrado:


En empanadas (zamburiñas, berberechos) o platos más creativos (tigres gratinados, marisco relleno), el horno se usa para dorar y compactar sabores, no para cocinar en exceso. El interior debe mantener la jugosidad del producto.

Evita el abuso de limón o vinagre:


Aunque algunos moluscos lo admiten, en Galicia se prefiere respetar el dulzor natural del marisco, sobre todo en productos de temporada que llegan vivos a casa.

Maridajes recomendados con el marisco galego

La riqueza del marisco gallego se realza aún más con un buen vino o digestivo. En Galicia, los maridajes no siguen normas estrictas, pero sí una tradición que combina el producto del mar con los vinos blancos más frescos y elegantes de la región.

Albariño (Rías Baixas):


Es el vino por excelencia para acompañar mariscos. Su acidez equilibrada, notas cítricas y frescura en boca lo hacen perfecto para almejas, zamburiñas, mejillones o navajas. Su mineralidad armoniza con el yodo del producto.

Godello:


De sabor más complejo y estructura media, es ideal para platos de marisco al horno o más grasos como la centolla rellena o las empanadas de marisco. Suele encontrarse en zonas del interior como Valdeorras.

Ribeiro blanco tradicional:


Ligero y con un punto herbal, es el compañero habitual de las comidas familiares. Va bien con tigres, empanadas o incluso caldeiradas de marisco.

Aguardiente de hierbas o licor café:


El remate perfecto tras una mariscada. Además del licor, la queimada es una tradición que mezcla ritual, fuego y digestión.

Preguntas frecuentes sobre Recetas de Marisco Gallego

¿Cuál es el marisco más consumido en Galicia?

Sin duda, el mejillón. Galicia es líder europeo en su cultivo (bateas), y es barato, sabroso y versátil. Le siguen en popularidad las almejas y los berberechos, que se recogen a mano en las playas gallegas y protagonizan múltiples recetas.

Una regla tradicional es fijarse en los meses con “R” (septiembre a abril), donde el marisco suele estar en su mejor momento. En verano, algunos moluscos como el percebe o la centolla tienen vedas para proteger su reproducción.

Sí, aunque no todos responden igual. Los mejillones y almejas cocidos pueden congelarse si se enfrían bien. La centolla o la nécora pierden textura, por lo que se recomienda consumirlas recién cocidas. Siempre congela el marisco ya cocinado, no en crudo.

En Navidad y Fin de Año, es tradición servir mariscos cocidos (centollas, nécoras, percebes), empanadas de zamburiñas, tigres de mejillón o incluso vieiras rellenas al horno. También son populares en bodas, bautizos o reuniones de verano en las casas de campo y mar.