En Galicia, donde el mar nos regala productos de una calidad insuperable, los chipirones ocupan un lugar especial en nuestra cocina. Prepararlos al ajillo con un toque de guindilla es una forma sencilla y deliciosa de disfrutar de su sabor auténtico. Esta receta, rápida y llena de matices, es perfecta para compartir en buena compañía, acompañada de un vino blanco bien frío.
Ingredientes para los chipirones al ajillo con guindilla
- 500 g de chipirones limpios
- 4 dientes de ajo, laminados
- 1 guindilla, cortada en rodajas
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Perejil fresco picado para decorar
Dificultad: Fácil Tiempo estimado de preparación: 20 minutos
Elaboración de los chipirones al ajillo con guindilla
- Preparación de los chipirones: Lava y seca bien los chipirones limpios. Es importante que estén completamente secos para que se doren adecuadamente en la sartén.
- Sofrito de ajo y guindilla: Calienta el aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio. Añade los ajos laminados y la guindilla en rodajas. Sofríe hasta que el ajo adquiera un tono dorado, cuidando que no se queme para evitar sabores amargos.
- Cocción de los chipirones: Incorpora los chipirones a la sartén y saltea a fuego medio-alto durante 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén bien cocidos y hayan soltado y reabsorbido parte de sus jugos.
- Ajuste de sazón: Añade sal al gusto y mezcla bien para que los sabores se integren de manera uniforme.
- Presentación: Retira del fuego y sirve los chipirones al ajillo con guindilla inmediatamente, decorados con perejil fresco picado para aportar un toque de color y frescura.
Información nutricional y beneficios de los chipirones al ajillo con guindilla
Los chipirones son una excelente fuente de proteínas de alta calidad y bajos en grasas. Aportan minerales esenciales como el hierro y el zinc, además de vitaminas del grupo B. El ajo y la guindilla no solo realzan el sabor del plato, sino que también ofrecen beneficios para la salud, como propiedades antioxidantes y estimulantes del metabolismo.
Valores aproximados por ración (250 g):
| Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono | Sodio |
|---|---|---|---|---|
| 250 kcal | 35 g | 10 g | 2 g | 300 mg |
Otras tapas y raciones para compartir
Si te gustan los chipirones al ajillo, hay otras recetas que encajan igual de bien en una mesa de tapeo con amigos. Los calamares a la romana son un clásico que nunca falla, crujientes y tiernos por dentro. Los chipirones rebozados ofrecen una versión más golosa de este molusco tan querido. Y por supuesto, unas buenas gambas al ajillo, con su punto justo de picante, son siempre un acierto para mojar pan sin vergüenza.
Origen e historia de la receta
Los chipirones al ajillo con guindilla son una muestra de la cocina gallega que sabe combinar la sencillez con el sabor. Este plato refleja la tradición marinera de Galicia, donde los productos del mar se preparan de formas que respetan y realzan su sabor natural. La incorporación de ajo y guindilla es común en la gastronomía local, aportando carácter y un toque picante que calienta el paladar, especialmente apreciado en las zonas costeras.
Maridajes recomendados
Este plato se disfruta mejor acompañado de un vino blanco gallego joven y fresco, como un Albariño o un Ribeiro, cuya acidez y notas frutales complementan perfectamente el sabor de los chipirones y el toque picante de la guindilla.
Preguntas frecuentes sobre los chipirones al ajillo con guindilla
¿Puedo utilizar calamares en lugar de chipirones?
Sí, aunque los chipirones son más pequeños y tiernos, los calamares pueden ser una buena alternativa. Solo ajusta el tiempo de cocción según el tamaño.
¿Cómo puedo reducir el picante del plato?
Si prefieres un sabor menos picante, puedes reducir la cantidad de guindilla o eliminarla por completo. El plato seguirá siendo delicioso gracias al sabor del ajo y el perejil.
¿Se pueden preparar con antelación?
Es recomendable consumir los chipirones al momento para disfrutar de su textura y sabor óptimos. Sin embargo, puedes limpiar y preparar los ingredientes con antelación para agilizar el proceso de cocción.
