El gallo frito siempre me ha parecido una de esas joyas humildes que sorprenden por lo bien que funcionan. Es un plato que he comido más de una vez en casa de amigos o en bares de menú del día que saben tratar bien el pescado. Tiene ese crujiente irresistible por fuera y una carne tan fina por dentro que no necesita más que un poco de sal y buen aceite para brillar. No es un plato de fiesta, pero sí de los que dejan buen recuerdo.
Ingredientes
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado: 20 minutos
- 4 filetes de gallo
- Harina de trigo
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal para freír
Receta paso a paso para hacer Gallo frito
- Preparar el pescado: Seca los filetes de gallo con papel de cocina y sazónalos con sal y pimienta al gusto.
- Rebozar: Coloca harina de trigo en un plato y pasa los filetes por la harina, asegurándote de que queden bien cubiertos. Sacude el exceso.
- Freír: Calienta suficiente aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, fríe los filetes durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y crujientes.
- Escurrir: Retira los filetes y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Servir: Sirve los filetes de gallo fritos calientes, acompañados de rodajas de limón y una ensalada fresca.
Información nutricional (aproximada por ración)
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
280 kcal | 25 g | 15 g | 10 g |
El gallo es un pescado blanco bajo en grasa y rico en proteínas de alta calidad. Su preparación frita, aunque añade calorías, sigue siendo una opción sabrosa y ocasionalmente saludable si se acompaña de guarniciones ligeras.
Otras formas de preparar el gallo
- Gallo al horno con patatas: Una opción más ligera donde el pescado se hornea sobre una cama de patatas y cebolla, realzando su sabor natural.
- Gallo a la plancha: Rápido y saludable, simplemente sazonado y cocinado en una plancha caliente, ideal para quienes buscan una comida ligera.
- Gallo en escabeche: Marinado en una mezcla de vinagre, aceite y especias, se conserva durante varios días y se sirve frío, perfecto como aperitivo.
Origen e historia
El gallo, conocido también como rapante en algunas zonas de Galicia, es un pescado muy apreciado en la cocina gallega. Su carne blanca y suave lo hace ideal para diversas preparaciones. La versión frita es especialmente popular en las zonas costeras, donde se disfruta en reuniones familiares y festividades locales.
Consejos prácticos para hacer el gallo frito
- Secar bien el pescado: Antes de rebozar, asegúrate de que los filetes estén bien secos para lograr un rebozado más crujiente.
- Aceite caliente pero no humeante: Mantén el aceite a una temperatura adecuada para evitar que el rebozado absorba demasiado aceite.
- No sobrecargar la sartén: Fríe los filetes en tandas para mantener la temperatura del aceite y conseguir una cocción uniforme.
- Acompañamientos ligeros: Una ensalada fresca o verduras al vapor complementan perfectamente este plato.
Maridaje recomendado para el gallo frito
Este plato combina a la perfección con un vino blanco joven y afrutado, como un Albariño o un Ribeiro, que equilibran la textura crujiente del gallo frito.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de pescado?
Sí, esta receta también funciona bien con otros pescados blancos como la merluza o el lenguado.
¿Es necesario marinar el gallo antes de freírlo?
No es imprescindible, pero puedes marinarlo brevemente en limón y ajo para añadir un toque extra de sabor.
¿Cómo evitar que el rebozado se despegue?
Asegúrate de que el pescado esté seco antes de enharinarlo y que el aceite esté a la temperatura adecuada al freír.