Hay recetas que no se anuncian con pompa, pero que acaban conquistando por lo que dejan en la boca y en la memoria. El hígado frito es uno de esos platos que probé por primera vez en una taberna de menú del día en la costa, donde la comida se sirve sin rodeos y con mucho carácter. Su sabor profundo, entre amargo y umami, se queda contigo. Desde entonces lo he cocinado en casa varias veces, afinando el punto justo para que quede tierno y jugoso.
Ingredientes
- 500 g de hígado de cerdo fresco
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 100 ml de vino blanco
- Harina de trigo (para rebozar)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 30 minutos
Receta de hígado de cerdo frito paso a paso
- Preparación del hígado: Lava el hígado de cerdo bajo agua fría y sécalo con papel de cocina. Corta en filetes de aproximadamente 1 cm de grosor.
- Marinado: Coloca los filetes en un recipiente y añade los dientes de ajo picados finamente, la hoja de laurel troceada, sal y pimienta al gusto. Vierte el vino blanco, mezcla bien y deja marinar durante 15 minutos para potenciar el sabor.
- Rebozado: Pasado el tiempo de marinado, escurre los filetes y sécalos ligeramente. Pásalos por harina de trigo, asegurándote de que queden bien cubiertos y elimina el exceso.
- Fritura: En una sartén amplia, calienta abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, fríe los filetes de hígado por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes por fuera, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
- Escurrido y servicio: Retira los filetes de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve caliente acompañado de una ensalada fresca o patatas fritas.
Información nutricional de hígado de cerdo frito
Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
200 kcal | 20 g | 12 g | 5 g |
El hígado de cerdo es una excelente fuente de hierro y vitaminas del grupo B, especialmente B12, esenciales para la formación de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Otros platos gallegos intensos y llenos de carácter
Si te apetece seguir explorando la cocina gallega más auténtica, puedes animarte a preparar una empanada de zorza, con ese relleno especiado que tanto recuerda a las fiestas de aldea. O apostar por un clásico como el lacón con grelos, ideal para días fríos y mesas completas.
Origen e historia del hígado de cerdo frito
El consumo de hígado y otras vísceras ha sido una práctica común en la gastronomía gallega, especialmente en las zonas rurales donde se aprovechaba al máximo cada parte del animal durante la matanza. Estas recetas reflejan la sabiduría popular de una cocina sin desperdicios, donde platos como el hígado frito eran habituales en las mesas familiares, aportando nutrientes esenciales y sabor a la dieta diaria.
Consejos para preparar hígado de cerdo frito
Asegúrate de adquirir hígado de cerdo fresco y de buena calidad. Un hígado fresco debe tener un color rojo intenso y una textura firme.
El marinado en vino blanco y ajo no solo aporta sabor, sino que también ayuda a suavizar la textura del hígado, haciéndolo más tierno al paladar.
Es importante no sobrecocinar el hígado, ya que puede volverse duro y seco. Fríelo hasta que esté dorado por fuera pero aún jugoso por dentro.
Maridajes recomendados
Este plato se disfruta mejor acompañado de un vino tinto joven y afrutado, como un mencía gallego, que complementa el sabor intenso del hígado.
Una ensalada de hojas verdes con un aliño suave o unas patatas cocidas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra son guarniciones ideales para equilibrar el conjunto.
Preguntas frecuentes sobre hígado de cerdo frito
¿Puedo usar hígado de ternera en lugar de cerdo?
Sí, el hígado de ternera es una alternativa válida y también tradicional en la cocina gallega. La preparación es similar, aunque el sabor es ligeramente diferente, siendo el de ternera más suave.
¿Cómo puedo reducir el sabor fuerte del hígado?
Marinar el hígado en leche durante una hora antes de cocinarlo puede ayudar a suavizar su sabor intenso. Asegúrate de secarlo bien antes de rebozarlo y freírlo.
¿Es necesario rebozar el hígado antes de freírlo?
El rebozado en harina ayuda a crear una capa crujiente y a mantener la jugosidad del hígado. Sin embargo, si prefieres una versión más ligera, puedes cocinarlo sin rebozar, aunque la textura final será diferente.