Milanesa de pollo al horno

Crujiente por fuera, tierna por dentro y con ese aroma inconfundible a pan rallado dorado que llena la cocina. La milanesa de pollo al horno es de esas recetas que reconfortan el alma, que recuerdan a la comida casera de siempre pero con un toque más ligero. Me encanta prepararla para la cena, acompañada de una ensalada fresca o unas patatas asadas. Y aunque no sea un plato tradicional gallego, lo siento como propio, como una forma más de cuidar y disfrutar. Ideal para quienes buscan recetas de carne que no renuncien al sabor.

Ingredientes

  • 2 pechugas de pollo enteras
  • 2 huevos
  • 1 taza de pan rallado
  • 1/2 taza de queso rallado (opcional, tipo parmesano)
  • 1 diente de ajo picado fino
  • Perejil fresco picado
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Dificultad: Fácil
Tiempo estimado: 40 minutos

Receta paso a paso del milanesa de pollo al horno

  1. Precalienta el horno a 200 ºC y cubre una bandeja con papel vegetal.
  2. Corta las pechugas en filetes finos, procurando que queden del mismo grosor.
  3. Salpimienta el pollo y resérvalo mientras preparas el rebozado.
  4. En un bol, bate los huevos junto con el ajo y el perejil picado.
  5. En otro recipiente, mezcla el pan rallado con el queso rallado si decides usarlo.
  6. Pasa cada filete por el huevo y luego por el pan rallado, presionando bien.
  7. Coloca las milanesas en la bandeja, rociándolas ligeramente con aceite de oliva.
  8. Hornea durante 25-30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se doren por ambos lados.

Información nutricional (aproximada por ración)

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbono
320 kcal32 g15 g12 g

Una opción mucho más ligera que la versión frita, perfecta si quieres reducir grasas sin perder el disfrute. El horno consigue un rebozado crujiente, y al usar poco aceite, se mantiene el equilibrio nutricional.

Más recetas crujientes y al horno que te encantarán

Alitas de pollo al horno
Jugosas por dentro, con esa piel dorada y sabrosa que pide a gritos mojar en alguna salsa. Perfectas para cenas informales.

Fingers de pollo caseros
Tiernos, sabrosos y crujientes. Un clásico que encanta a pequeños y mayores, con sabor casero de verdad.

Milanesas de pollo empanadas
La versión más clásica y sabrosa, perfecta para cuando se busca una textura crocante y una carne jugosa.

Origen e historia del milanesa de pollo al horno

La milanesa es una preparación de origen italiano, concretamente de Milán, que llegó a Latinoamérica y encontró allí su casa, sobre todo en Argentina y Uruguay. En Galicia, aunque no es un plato tradicional, se ha integrado con naturalidad en los menús del día a día, adaptándolo al horno para hacerlo más saludable. La versión con pollo es una alternativa suave y muy apreciada por su versatilidad.

¿Sabías esto sobre el milanesa de pollo o sus ingredientes?

En Galicia, al pan rallado se le conoce también como “pan moído”, y muchas veces se elabora en casa con sobras de pan de días anteriores. Un recurso sabio y sabroso.

Consejos prácticos

  • Usa pan rallado grueso o panko si quieres un acabado más crujiente.
  • Añadir queso rallado al rebozado aporta un toque salado y más dorado.
  • No escatimes con el perejil fresco: realza el sabor del pollo maravillosamente.
  • Si te gusta el picante, prueba con un poco de pimentón picante en la mezcla.

Maridaje recomendado para el milanesa de pollo al horno

Una copa de albariño joven va de maravilla con esta receta: su frescura y acidez limpian el paladar del rebozado y combinan muy bien con el sabor suave del pollo. También puedes optar por una cerveza artesanal rubia gallega bien fría.

Preguntas frecuentes sobre milanesa de pollo al horno

¿Puedo preparar la milanesa con antelación?
Sí, puedes empanar el pollo y dejarlo en la nevera bien tapado hasta 24 horas antes de hornear.

¿Cómo consigo que quede bien crujiente en el horno?
Asegúrate de no saturar la bandeja y dales la vuelta a mitad de cocción. Un chorrito de aceite ayuda mucho.

¿Puedo congelar las milanesas ya empanadas?
Sí, congélalas crudas separadas con papel vegetal. Luego hornéalas directamente sin descongelar.