Pollo al ajillo

Este es uno de esos platos que preparo cuando quiero que la cocina huela a domingo. El pollo al ajillo es una receta clásica que nunca falla: sencillo, con ingredientes de andar por casa y un sabor intenso que conquista. Crujiente por fuera, jugoso por dentro y con una salsa de ajo y vino que pide pan a gritos.

Ingredientes

  • 1 kg de pollo troceado (muslos o contramuslos)
  • 8 dientes de ajo
  • 1 vaso pequeño de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida
  • Perejil fresco picado (opcional)

Dificultad: Fácil
Tiempo estimado: 40 minutos

Receta paso a paso del pollo al ajillo

  1. Dorar el ajo: Pela los ajos y aplástalos ligeramente. En una sartén grande, añade un buen chorro de aceite y sofríe los ajos hasta que estén dorados, sin que se quemen. Retíralos y reserva.
  2. Marcar el pollo: Salpimienta el pollo y dora las piezas en el mismo aceite. Hazlo a fuego medio-alto para que queden bien selladas por fuera.
  3. Añadir el vino: Cuando el pollo esté dorado, incorpora los ajos reservados y el vino blanco. Deja que evapore el alcohol a fuego fuerte unos minutos.
  4. Cocinar a fuego lento: Baja el fuego y tapa la sartén. Cocina durante 20-25 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el pollo esté tierno y la salsa haya reducido.
  5. Servir: Espolvorea con un poco de perejil fresco y sirve caliente, acompañado de patatas o pan casero.

Información nutricional (aproximada por ración)

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbono
390 kcal35 g25 g2 g

Una receta con buena carga proteica, bajo en carbohidratos y muy sabrosa. Ideal para quienes buscan platos tradicionales sin complicarse.

Más recetas al ajillo para los que aman el sabor intenso

Gambas al ajillo
Un clásico infalible de la cocina española. Las gambas se cocinan en aceite con ajo y guindilla, liberando todo su aroma. Perfectas como tapa caliente o entrante rápido.

Carabineros al ajillo
Una versión más elegante del ajillo tradicional. El sabor profundo de los carabineros se potencia con el aceite y el ajo, ideal para ocasiones especiales o como plato principal del mar.

Chipirones al ajillo con guindilla
Tierno, picante y con ese sabor a mar que engancha. Los chipirones se saltean en ajo y guindilla, convirtiéndose en un bocado irresistible para mojar pan y repetir.

Origen e historia del pollo al ajillo

El pollo al ajillo es una receta de toda la vida, presente en casas, bares y mesones de toda España. En Galicia, el uso de un buen vino blanco le da un toque personal al plato, y no es raro que se acompañe con patatas cocidas o pan de leña para mojar en esa salsa irresistible.

¿Sabías esto sobre el pollo al ajillo?

Aunque lo conocemos como una receta española, platos similares con ajo y vino blanco se preparan en toda Europa mediterránea. En Galicia, incluso hay quien le añade un toque de pimentón o unas guindillas secas para un puntito picante.

Qué tener en cuenta si es la primera vez que haces pollo al ajillo

  • No escatimes en ajo: Es el alma del plato. No te preocupes por el sabor fuerte: se suaviza al cocinar.
  • Vino blanco seco: Evita los vinos dulces. Un albariño o ribeiro va perfecto.
  • No tapes todo el tiempo: Deja que se evapore bien la salsa al final para que se concentre el sabor.

Maridaje recomendado para el pollo al ajillo

Va genial con un vino blanco gallego como un godello o albariño, que equilibre el ajo y la grasa del pollo. También puedes optar por una cerveza artesanal rubia o una kombucha neutra si prefieres algo sin alcohol.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar pechuga en lugar de muslos?
Sí, pero quedará menos jugosa. Te recomiendo añadir un poco de caldo si usas pechuga para evitar que se seque.

¿Cómo lo conservo?
En la nevera, en un táper hermético. Aguanta bien hasta 3 días. También se puede congelar.

¿Se puede hacer en olla exprés?
Sí, aunque el resultado no será tan dorado. Solo necesitas 10-12 minutos tras cerrar la olla.