Sardinas en Salsa de Tomate

Soy gallego y me encanta descubrir cómo platos de toda la vida consiguen seguir sorprendiendo. Las sardinas con tomate son uno de esos clásicos que nunca fallan. El contraste entre lo jugoso del pescado y esa salsa espesa de tomate me recuerda a las comidas de verano, con pan para mojar y la cocina oliendo a gloria. Es una receta humilde, pero si las sardinas son buenas, se convierte en un manjar.

Ingredientes

  • 1 kg de sardinas frescas, limpias y sin cabeza
  • Harina de trigo para rebozar
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 cebolla mediana, picada finamente
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 500 g de tomate triturado (natural o en conserva)
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de azúcar (opcional, para corregir la acidez)

Dificultad: Media
Tiempo estimado de preparación: 45 minutos

Receta de sardinas con tomate paso a paso

  1. Preparar las sardinas
    Limpia las sardinas, retirando las escamas, vísceras y cabezas. Sécalas bien con papel de cocina.
  2. Rebozar y freír
    Salpimienta las sardinas y pásalas por harina. Fríelas en aceite de oliva caliente hasta que estén doradas. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente.
  3. Preparar la salsa
    En una sartén, sofríe la cebolla y el ajo en un poco de aceite hasta que estén transparentes. Añade el pimentón y remueve rápidamente para que no se queme. Incorpora el tomate triturado, la hoja de laurel y el azúcar. Cocina a fuego medio durante 15-20 minutos, hasta que la salsa espese.
  4. Incorporar las sardinas
    Coloca las sardinas fritas en la salsa y cocina a fuego lento durante 5 minutos más, para que se impregnen bien del sabor.

Información nutricional de sardinas con tomate

Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbono
180 kcal20 g10 g5 g

Este plato es una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular.

Otras recetas tradicionales con sardinas

  • Sardinas en escabeche: una forma clásica de conservar el sabor de las sardinas y llevarlo a otro nivel. Con vinagre, ajo, laurel y aceite.
  • Sardinas al horno: perfectas cuando quieres algo sabroso pero sin freír. Se hornean con verduras, patata o simplemente con sal gorda.
  • Sardinas en conserva casera: una preparación fácil para disfrutar del sabor durante días. Solo necesitas aceite de oliva y un buen bote hermético.

Origen e historia de las sardinas con tomate

Aunque no es una receta exclusiva de Galicia, aquí se prepara con un cariño especial. El tomate llegó para quedarse en muchas cocinas, y las sardinas frescas siempre han sido una joya en nuestras lonjas. Esta fusión tan sencilla como efectiva se convirtió en un plato recurrente en hogares y tabernas, sobre todo cuando las sardinas estaban en temporada.

Consejos para preparar sardinas con tomate

  • Usa sardinas frescas y de tamaño similar
  • Fríelas a fuego medio-alto para que queden crujientes por fuera y jugosas por dentro
  • Deja reposar el plato: al día siguiente está incluso mejor
  • Puedes añadir un toque de comino o guindilla si te gustan los sabores más atrevidos

Maridajes recomendados

Este plato pide a gritos un vino blanco gallego, como un Albariño o un Ribeiro fresquito. También puedes acompañarlo con una cerveza artesanal suave o incluso con pan de maíz recién hecho para mojar la salsa.

Preguntas frecuentes sobre las sardinas con tomate

¿Puedo usar sardinas en conserva para esta receta?
No es lo ideal, pero podrías hacerlo. Aún así, el resultado no será el mismo que con sardina fresca frita.

¿Se pueden congelar las sardinas ya cocinadas?
Sí, aunque la textura pierde un poco. Lo mejor es consumirlas en los dos días siguientes.

¿Es obligatorio freírlas?
No, puedes hacerlas al horno si buscas una versión más ligera, aunque el sabor cambiará ligeramente.