Castañas asadas

Cuando empieza a caer la niebla por las corredoiras y la leña chisporrotea en la lareira, ya sabes que ha llegado el tiempo das castañas. En mi casa, asarlas era casi un ritual: elegir las mejores, cortarles la piel con cuidado y oír cómo crujían en el horno mientras la cocina se llenaba de ese aroma inconfundible. Comerlas era otra historia: pelarlas entre risas, con los dedos calientes y el sabor dulce, terroso y reconfortante de nuestra tierra en cada bocado.

Ingredientes para las castañas asadas al horno

  • Castañas frescas: 500 g

Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 30 minutos

Elaboración de las castañas asadas al horno

  1. Selecciona castañas frescas, firmes y sin agujeros ni manchas. Lávalas bien bajo el grifo y sécalas con un paño.
  2. Haz un corte en cada una, ya sea en cruz o en línea, en la parte abombada. Este paso es fundamental para que no revienten en el horno y se puedan pelar con facilidad.
  3. Si lo deseas, remójalas en agua durante 10-20 minutos. Este truco casero ayuda a que la piel interior se despegue mejor tras el asado.
  4. Precalienta el horno a 200 °C con calor arriba y abajo. Coloca las castañas sobre una bandeja forrada con papel de horno, con el corte hacia arriba.
  5. Hornéalas durante 20-25 minutos, removiéndolas a mitad de tiempo para que se hagan por igual. Deben empezar a abrirse y a dorarse ligeramente.
  6. Al sacarlas del horno, envuélvelas en un paño limpio durante unos minutos para que conserven el calor y el vapor ayude a que se desprenda la piel. Pélalas mientras están calientes y disfrútalas al momento.
castañas asadas al horno

Consejos para unas castañas asadas perfectas

  • Haz el corte con firmeza pero sin dañar la pulpa. Si solo cortas la cáscara, te costará pelarlas después.
  • El remojo no es obligatorio, pero ayuda muchísimo si tienes castañas con piel interior muy adherida.
  • No las dejes enfriar del todo antes de pelar: cuanto más templadas, más fácil será quitarles la piel.

Información nutricional de las castañas asadas

Las castañas son una fuente saludable de energía, ricas en hidratos de carbono complejos, fibra y minerales como el potasio y el magnesio.

Valores aproximados por cada 100 g de castañas asadas:

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbonoFibra
200 kcal2.5 g1.3 g45 g5 g

Otros postres tradicionales gallegos

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Una versión otoñal del clásico flan, que aprovecha la cremosidad natural de este fruto para dar un sabor suave, dulce y profundo.

Tarta de almendra
Presente en todo buen convite, esta tarta tiene textura húmeda, sabor intenso y ese inconfundible toque gallego que la convierte en un imprescindible.

Chulas de calabaza
Fritas y con aroma a canela y cítricos, estas tortitas dulces son una delicia muy típica del Samaín y del otoño gallego.

Origen e historia de las castañas asadas en Galicia

La castaña ha sido durante siglos un pilar de la alimentación gallega. Antes de la llegada del maíz y la patata, se molía para hacer pan y se cocía, se secaba o se asaba según la ocasión. Su protagonismo sigue vigente en el Magosto, una de las celebraciones más queridas de Galicia, donde nos reunimos al calor del fuego para asar castañas, compartir vino nuevo y celebrar la vida cuando la tierra empieza a recogerse. En casa, hacer castañas al horno es una manera sencilla de mantener viva esa tradición, incluso sin la fogueira.

Maridajes recomendados

Las castañas asadas se disfrutan tradicionalmente con vino nuevo del año, joven y afrutado. También puedes acompañarlas con una copa de licor café o una infusión de herbas do monte. Si las usas como postre, van genial con un trocito de chocolate negro o un poco de queso cremoso gallego.

Preguntas frecuentes sobre las castañas asadas

¿Puedo usar castañas congeladas para asar?
Sí, pero deben estar crudas y sin cocer. Déjalas descongelar antes de cortarlas y seguir el mismo proceso que con las frescas.

¿Cuánto tiempo se conservan una vez asadas?
Se pueden guardar 2 o 3 días en la nevera dentro de un recipiente cerrado, pero pierden parte de su textura. Lo ideal es comerlas recién hechas.

¿Por qué algunas castañas quedan duras o secas?
Puede deberse a que eran viejas o a que se han cocinado en exceso. Intenta usar castañas frescas y vigila el tiempo de horno. Si están demasiado secas, puedes envolverlas en un paño húmedo unos minutos tras asarlas para rehidratarlas ligeramente.