Cigalas al ajillo

En casa somos de aprovechar el marisco al máximo, pero sin complicarse demasiado. Las cigalas al ajillo tienen esa mezcla perfecta entre sabor delicado y un toque cañero del ajo y el aceite caliente que perfuma la cocina entera. Son rápidas de hacer, lucen como un lujo y te permiten mojar pan en una salsa que no se olvida. Un plato que, si lo pruebas, repites.

Ingredientes para cigalas al ajillo

  • 12 cigalas frescas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 guindilla (opcional)
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto
  • Perejil fresco picado
  • 50 ml de vino blanco (opcional)

Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 20 minutos

Receta de cigalas al ajillo paso a paso

  1. Preparar las cigalas: Lava las cigalas bajo agua fría y sécalas con papel de cocina. Puedes dejarlas enteras o abrirlas por la mitad a lo largo para que absorban más sabor.
  2. Sofreír el ajo: Pela y corta los dientes de ajo en láminas finas. En una sartén amplia, calienta el aceite de oliva y añade el ajo y la guindilla si te gusta con un toque picante. Cocina hasta que el ajo esté dorado, sin que se queme.
  3. Cocinar las cigalas: Añade las cigalas a la sartén con el corte hacia abajo. Sazona con una pizca de sal. Cocina 2-3 minutos por cada lado hasta que se tornen rosadas y bien hechas.
  4. Añadir vino (opcional): Si quieres, incorpora el vino blanco y deja que se evapore el alcohol. Le dará un punto aromático muy agradable.
  5. Servir con estilo: Espolvorea con perejil picado y sirve inmediatamente, idealmente con pan crujiente para aprovechar bien la salsa.
Cigalas al ajillo

Información nutricional de las cigalas al ajillo

Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbono
150 kcal18 g7 g1 g

Un plato rico en proteínas y ligero, perfecto para una comida especial sin excesos.

Otras recetas gallegas de marisco para triunfar con amigos

Si te animas con más mariscos, puedes probar las vieiras gratinadas con queso, que combinan sabor de mar y cremosidad. También las mejillones al vapor, que son un clásico fácil y sabroso. Y si buscas algo con presencia, el pulpo a la brasa siempre queda de lujo en la mesa.

Origen e historia de las cigalas al ajillo

Aunque las cigalas suelen reservarse para ocasiones especiales, en Galicia también las disfrutamos en recetas humildes como esta. La técnica del ajillo, tan popular con gambas y otros mariscos, se adapta de maravilla a este crustáceo, dejando una salsa intensa y con carácter, perfecta para compartir.

Consejos para preparar cigalas al ajillo

  • Usa cigalas frescas y de tamaño medio o grande. Se notan mucho más en boca.
  • Corta el ajo fino y vigila que no se queme, o arruinarás el sabor del aceite.
  • Si usas guindilla, hazlo con cabeza. Solo un poco basta para darle ese toque alegre.
  • El vino blanco es opcional, pero redondea muy bien el plato.
  • Sírvelas recién hechas y con pan para no dejar ni gota del jugo.

Maridajes recomendados

Un albariño fresco o un godello joven son compañeros perfectos para estas cigalas. También podrías optar por una cerveza rubia suave si prefieres algo más informal.

Preguntas frecuentes sobre las cigalas al ajillo

¿Puedo usar cigalas congeladas?
Sí, siempre que las descongeles bien y las seques antes de cocinarlas.

¿Se pueden hacer al horno en lugar de sartén?
Sí, aunque perderás un poco de jugosidad. Lo ideal es cocinarlas rápido en sartén con calor fuerte.

¿Sirven como plato principal?
Pueden serlo si las acompañas con arroz blanco o una buena ensalada. También funcionan genial como entrante.