Pocas cosas me transportan tan directo al verano gallego como el aroma de unas cigalas recién cocidas. Es ese olor salino, casi a batea, que me recuerda a las comidas en casa de mi tía en O Grove, donde se cocían sin florituras y se comían con las manos, entre risas. Las cigalas tienen un sabor suave pero profundo, entre dulce y yodado, y cuando están en su punto… no hay marisco que las supere.
Ingredientes para cigalas cocidas
- 1 kg de cigalas frescas
- Agua (suficiente para cubrir las cigalas)
- 60 g de sal gruesa por litro de agua
- 2 hojas de laurel (opcional)
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 15 minutos
Receta de cigalas cocidas paso a paso
- Preparar el agua de cocción: En una olla grande, añade suficiente agua para cubrir las cigalas. Incorpora 60 g de sal gruesa por cada litro de agua y, si lo deseas, las hojas de laurel para aromatizar. Lleva el agua a ebullición.
- Cocción de las cigalas: Cuando el agua esté hirviendo a borbotones, introduce las cigalas. Espera a que el agua vuelva a hervir y, desde ese momento, cuenta el tiempo de cocción según el tamaño de las cigalas:
- Cigalas pequeñas: 2 minutos
- Cigalas medianas: 2,5 minutos
- Cigalas grandes: 3 minutos
- Enfriado: Una vez transcurrido el tiempo de cocción, retira las cigalas con una espumadera y sumérgelas inmediatamente en un recipiente con agua fría y hielo durante 3-4 minutos. Este choque térmico detiene la cocción y ayuda a que la carne se desprenda mejor del caparazón.
- Servir: Escurre bien las cigalas y sírvelas a temperatura ambiente para apreciar todo su sabor.
Información nutricional de cigalas cocidas
Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
82 kcal | 18 g | 1 g | 0 g |
Las cigalas son una fuente excelente de proteína magra, bajas en grasas y sin apenas hidratos. Perfectas para quienes buscan un plato sabroso y ligero a la vez.
Otros platos típicos gallegos
El pulpo a la gallega es otro imprescindible en cualquier mesa de celebración, servido sobre cachelos y aderezado con pimentón y buen aceite.
La empanada gallega, con masa crujiente y relleno jugoso, es ideal tanto para meriendas como para fiestas.
El lacón con grelos es un clásico de invierno, reconfortante y lleno de sabor a tradición.
Origen e historia de las cigalas cocidas
En mi casa, las cigalas siempre se cocieron como se hace en las casas marineras: con el agua bien salada, sin más misterio. No hay receta más pura para saborear este marisco, y no hace falta ser de puerto para saber cuándo están en su punto. En fiestas como el San Xoán o las romerías costeras, eran manjar obligado. Aunque hoy se sirven en muchos restaurantes, su verdadera esencia está en cocerlas con mimo en casa y compartirlas con los tuyos.
Consejos para preparar cigalas cocidas
- El agua tiene que saber a mar: No escatimes con la sal.
- Respeta los tiempos: Una cigala pasada pierde su magia.
- Agua con hielo: Fundamental para cortar la cocción.
- No las tapes al enfriarlas: Así mantienen su color y textura.
- Evita recalentarlas: Pierden jugosidad, disfrútalas recién cocidas.
Maridajes recomendados
Un albariño bien frío es el compañero perfecto: ácido, aromático y gallego.
También combina de maravilla con una copa de godello, algo más suave pero con cuerpo.
Y si hay pan, que sea pan de maíz: dulzón, compacto, ideal para acompañar mariscos.
Preguntas frecuentes sobre las cigalas cocidas
¿Puedo cocer cigalas congeladas?
Sí, pero descongélalas en la nevera para que se cuezan de manera uniforme y conserven su textura.
¿Cuánta sal lleva el agua de cocción?
Unos 60 gramos por litro de agua, como si intentaras imitar el agua de mar.
¿Cómo sé que las cigalas están hechas?
Cuando cambian de color a un rojo intenso y la carne se separa fácilmente del caparazón.