Muchas veces, las mejores recetas de carne no nacen de un plan, sino de un trozo que sobra. Así pasa con estas croquetas de morcilla, que en casa hacemos cuando queda un pedazo del cocido rondando por la nevera. Se mezcla con bechamel caliente, se rebozan con calma y al freírlas explotan en sabor: cremosas por dentro, crujientes por fuera, con ese punto intenso que no se olvida. Son puro invierno en un bocado.
Ingredientes
- 200 g de morcilla (tipo gallega o de cebolla)
- 50 g de mantequilla
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla pequeña (opcional)
- 100 g de harina
- 750 ml de leche entera
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Para empanar: pan rallado, 2 huevos y harina
- Aceite para freír
Dificultad: Media
Tiempo estimado de preparación: 1 hora + reposo
Receta de croquetas de morcilla paso a paso
- Preparar la base: En una sartén, derrite la mantequilla con el aceite y pocha la cebolla muy picada (si decides usarla). Cuando esté blanda, añade la morcilla desmenuzada sin piel. Cocina 2-3 minutos.
- Bechamel con sabor: Añade la harina y remueve bien para que se cocine sin quemarse. Ve incorporando la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una bechamel espesa y homogénea.
- Sazonar y enfriar: Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Cocina la mezcla durante 10 minutos a fuego bajo, removiendo para que no se pegue. Pásala a una fuente, tapa con film y deja enfriar completamente (mínimo 4 horas en la nevera, mejor de un día para otro).
- Formar y empanar: Da forma a las croquetas (alargadas o redondas), pásalas por harina, huevo batido y pan rallado. Repite si quieres una capa más gruesa.
- Freír y servir: Fríe en abundante aceite caliente hasta que estén doradas. Escurre sobre papel de cocina y sirve calientes.
Información nutricional de croquetas de morcilla
Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:
| Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
|---|---|---|---|
| 260 kcal | 7 g | 18 g | 15 g |
Estas croquetas son energéticas y sabrosas. La morcilla aporta hierro y un sabor muy particular, mientras que la bechamel suaviza el conjunto. Se recomienda tomarlas como tapa o entrante, acompañadas de algo fresco o ligero.
Otras croquetas y tapas con sabor intenso
Si te gustan los sabores marcados, prueba también las croquetas de jamón, un clásico que nunca falla. Otra opción que sorprende son las migas con chorizo, ideales para compartir. Y si te apetece algo más cremoso, las croquetas de queso y cebolla caramelizada son una delicia dulce y salada a la vez.
Origen e historia de las croquetas de morcilla
Aunque la receta original de croquetas se asocia más a restos de carne o jamón, en Galicia y en otras zonas del norte es común prepararlas con ingredientes como la morcilla. Son perfectas para aprovechar sobrantes del cocido o de otras comidas, y han ganado popularidad por su sabor único y su textura cremosa.
Consejos para preparar croquetas de morcilla
- Usa morcilla gallega o de cebolla, que tiene una textura más blanda y sabrosa.
- Deja enfriar bien la masa: así será más fácil darles forma y no se romperán al freírlas.
- Si la masa queda muy líquida, añade un poco más de harina al cocinar la bechamel.
- Puedes congelarlas ya empanadas para tenerlas listas cuando te apetezcan.
- Fríe pocas a la vez para que no baje la temperatura del aceite y queden crujientes.
Maridajes recomendados
Estas croquetas combinan muy bien con una copa de vino tinto joven o con una cerveza tostada. También puedes acompañarlas con una ensalada templada de espinacas y manzana, o con una compota de cebolla que realce su sabor.
Preguntas frecuentes sobre croquetas de morcilla
¿Puedo usar morcilla del cocido gallego?
Sí, es perfecta para esta receta. Solo asegúrate de retirarle bien la piel y desmenuzarla.
¿Se pueden hacer sin cebolla?
Sí, la cebolla es opcional. Si prefieres un sabor más limpio a morcilla, puedes omitirla sin problema.
¿Puedo hornearlas en vez de freírlas?
Puedes hacerlo, pero quedarán menos crujientes. Fríelas para obtener la textura clásica.
