Hay platos que se convierten en recurso fijo cuando sabes que van a gustar sí o sí. El gambón al ajillo es uno de ellos. Lo he preparado en cenas con amigos, en comidas improvisadas de domingo… y siempre triunfa. El aroma del ajo chispeando en la sartén y el jugo que sueltan los gambones crean una salsa que pide pan sin remordimientos.
Ingredientes para gambón al ajillo
- 500 g de gambones frescos o congelados
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla (opcional)
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Perejil fresco picado
- Rodajas de limón (opcional)
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 20 minutos
Receta de gambón al ajillo paso a paso
- Preparar los gambones: Si son congelados, descongélalos previamente en la nevera. Pela y limpia los gambones, dejando la cola si prefieres que luzcan más.
- Laminado de ajos: Pela los ajos y córtalos en láminas finas. Reserva.
- Cocinar los ajos y la guindilla: Calienta el aceite de oliva en una sartén. Añade los ajos laminados y la guindilla entera. Cocina a fuego medio hasta que los ajos estén dorados, pero no quemados.
- Incorporar los gambones: Añade los gambones y sube un poco el fuego. Cocínalos 2-3 minutos por cada lado hasta que estén rosados y bien hechos.
- Finalizar y servir: Salpimienta, espolvorea el perejil picado y sirve inmediatamente. Acompáñalo de pan para aprovechar bien el aceite.

Información nutricional del gambón al ajillo
Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
120 kcal | 18 g | 5 g | 1 g |
Es un plato rico en proteínas, con grasas saludables del aceite de oliva y bajo en hidratos. Perfecto para quienes quieren algo sabroso sin excesos.
Otras recetas gallegas de marisco para disfrutar
Si te gusta el sabor intenso y directo del gambón al ajillo, te encantarán las gambas al ajillo, más pequeñas pero igual de sabrosas. También puedes preparar mejillones al vapor, perfectos para un tapeo rápido, o unas vieiras gratinadas con queso si buscas sorprender con algo más elaborado.
Origen e historia del gambón al ajillo
Aunque el gambón no es un marisco autóctono, su uso se ha extendido en la cocina gallega por su tamaño, precio y sabor. Esta versión al ajillo es una adaptación natural de nuestra costumbre de cocinar productos del mar con lo mínimo y lo mejor: ajo, aceite y un toque de guindilla.
Consejos para preparar gambón al ajillo
- No sobrecocines los gambones, o perderán jugosidad.
- Dora los ajos lentamente, sin prisas, para que no se quemen y amarguen.
- El aceite es clave: usa uno virgen extra de buena calidad.
- Sirve recién hecho, porque el calor realza todos los sabores.
- Aprovecha el jugo: moja pan sin culpa, es parte del ritual.
Maridajes recomendados
Ideal con un albariño fresco, pero también marida muy bien con un godello seco o una cerveza rubia ligera. Si lo tomas como tapeo, un vermú blanco bien frío también le sienta de maravilla.
Preguntas frecuentes sobre el gambón al ajillo
¿Puedo usar gambones congelados?
Sí, pero descongélalos bien antes y sécalos con papel para evitar que suelten agua.
¿Se puede hacer sin guindilla?
Claro, el picante es opcional. También puedes usar solo una puntita si no quieres que se note demasiado.
¿Cuánto aguanta una vez cocinado?
Mejor comerlo en el momento. Si sobra, guárdalo en nevera y consúmelo en 24 horas.