Hay recetas de carne que no buscan caer bien a todo el mundo, y por eso mismo tienen tanto carácter. El hígado encebollado es una de ellas. En casa de mi tía lo preparaban sin darle importancia, con la cebolla pochada durante largo rato y ese aroma que salía por la ventana avisando al barrio. Es un plato directo, con ese contraste entre amargor y dulzor que, si te gusta, ya no se te olvida. Nosotros lo seguimos haciendo, sobre todo en días fríos, cuando apetece algo contundente y sin vueltas.
Ingredientes
- 500 g de hígado de cerdo
- 2 cebollas grandes
- 2 dientes de ajo
- 100 ml de vino blanco
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 35 minutos
Receta de hígado encebollado paso a paso
- Preparación del hígado: Lava el hígado bajo agua fría, sécalo bien y córtalo en filetes finos o tiras, según prefieras. Retira cualquier nervio visible.
- Adobo previo: Coloca el hígado en un bol con sal, pimienta, los ajos picados, laurel y el vino blanco. Deja macerar unos 15 minutos.
- Cebolla caramelizada: Mientras tanto, corta las cebollas en juliana fina y sofríelas a fuego medio en una sartén con un buen chorro de aceite. Remueve a menudo para que se vayan pochando sin quemarse. Deben quedar blandas y algo doradas.
- Incorporar el hígado: Añade el hígado escurrido (reserva el adobo) a la sartén con la cebolla. Sube un poco el fuego y saltea durante 4-5 minutos, hasta que el hígado empiece a dorarse.
- Final con el adobo: Añade el vino blanco del marinado y cocina todo junto otros 5 minutos, removiendo de vez en cuando. La salsa debe reducir y quedar ligeramente espesa. Sirve caliente.

Información nutricional de hígado encebollado
Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
210 kcal | 19 g | 11 g | 8 g |
Además del alto contenido en hierro y proteínas, el hígado encebollado aporta antioxidantes naturales gracias a la cebolla cocinada lentamente. Es un plato saciante y lleno de sabor, ideal para quienes buscan algo nutritivo sin renunciar a lo tradicional.
Otras recetas gallegas con mucho sabor
Si te gustan los platos con carácter, no te pierdas el hígado de cerdo a la plancha, con un toque más ligero y rápido. Otra opción interesante es el hígado de cerdo frito, con ese rebozado crujiente que tanto gusta. Y si quieres algo diferente pero igual de potente, prueba la empanada de zorza, un clásico gallego con carne adobada.
Origen e historia del hígado encebollado
Este plato ha estado presente en muchas casas gallegas, especialmente en tiempos en los que se aprovechaba todo del cerdo. El hígado encebollado era una forma de suavizar el sabor fuerte de esta víscera, acompañándola de cebolla pochada con mimo. Aunque no es exclusivo de Galicia, aquí ha formado parte de muchos menús caseros durante generaciones.
Consejos para preparar hígado encebollado
- Usa cebollas dulces o cebollas moradas si quieres un sabor más suave y una textura más melosa.
- No cocines demasiado el hígado: si se pasa, se vuelve duro. Con 4-5 minutos suele ser suficiente.
- Si no te gusta el sabor fuerte, puedes marinar el hígado en leche antes de usarlo, luego lo escurres y sigues la receta.
- El vino blanco le da frescura a la salsa, pero también puedes usar un chorrito de vinagre suave para una versión más intensa.
- Puedes añadir un poco de pimentón dulce o picante al final para darle un giro más especiado.
Maridajes recomendados
Este plato va de maravilla con un pan gallego crujiente para mojar en la salsita. También combina bien con vino tinto joven o con un godello seco. Para acompañar, unas patatas cocidas o arroz blanco completan la comida sin robar protagonismo.
Preguntas frecuentes sobre hígado encebollado
¿Puedo hacer esta receta con hígado de ternera?
Sí, puedes usar hígado de ternera sin problema. El resultado será algo más suave y con textura ligeramente distinta.
¿Qué hago si la cebolla se quema antes de ablandarse?
Baja el fuego y añade una cucharada de agua o vino para evitar que se queme. Cocina con paciencia y removiendo.
¿Se puede guardar para el día siguiente?
Sí, incluso gana sabor. Guárdalo en un recipiente hermético en la nevera y recaliéntalo a fuego lento o en microondas.