Sardinas Fritas

Las sardinas fritas son un clásico en muchas cocinas gallegas, especialmente durante el verano, cuando este pescado azul está en su mejor momento. Con una preparación sencilla y rápida, este plato conserva todo el sabor del mar y es ideal para compartir en comidas familiares o en celebraciones tradicionales como San Xoán.

Ingredientes de Sardinas fritas

  • 12 sardinas frescas, limpias y sin escamas
  • Harina de maíz para rebozar
  • Sal gruesa al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • Rodajas de limón para servir (opcional)

Dificultad: Fácil
Tiempo estimado de preparación: 30 minutos

Elaboración de Sardinas fritas

  1. Lava las sardinas bajo un chorro de agua fría para retirar posibles restos y escamas, y sécalas muy bien con papel de cocina. La humedad debe eliminarse por completo para que el rebozado quede crujiente y el aceite no salpique.
  2. Coloca harina de maíz en un plato amplio. Reboza las sardinas una a una, cubriéndolas bien por todos lados y sacudiendo el exceso de harina.
  3. Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-alto. El aceite debe estar bien caliente antes de freír para que el pescado no absorba demasiada grasa.
  4. Fríe las sardinas en tandas, sin amontonarlas. Cocina unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Evita moverlas demasiado para que no se rompa el rebozado.
  5. Retira las sardinas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente. Añade sal gruesa al gusto mientras aún están calientes y, si lo deseas, sirve con rodajas de limón.

Información nutricional y beneficios de Sardinas fritas

Un plato sabroso que conserva muchas de las propiedades del pescado azul.

Valores aproximados por cada 100 g de receta preparada:

CaloríasProteínasGrasasHidratos de carbono
220 kcal18 g15 g5 g

Las sardinas aportan proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3 y minerales como calcio, fósforo y selenio. Aunque al freírlas aumentan las calorías, siguen siendo una opción nutritiva si se consumen con moderación.

Variantes populares de la receta

Sardinas a la parrilla
Una de las formas más tradicionales de comer sardinas en Galicia, sobre todo en fiestas populares. Se asan sobre brasas de leña y se sirven con pan de maíz. El sabor ahumado y la piel crujiente las hacen irresistibles.

Sardinas al horno
Una versión más ligera en la que se colocan en una bandeja con un chorrito de aceite, sal y unas rodajas de limón o ajo. Se hornean hasta que la piel esté tostada y la carne jugosa.

Sardinas en escabeche
Ideal para conservarlas y darles un toque diferente. Se fríen ligeramente y se cubren con una mezcla de vinagre, aceite, ajo y laurel, dejándolas reposar al menos 24 horas.

Origen e historia de la receta

Las sardinas han formado parte de la dieta gallega desde siempre, gracias a su abundancia en las costas atlánticas. Su preparación frita es muy común en hogares y tabernas, especialmente en el sur de Galicia, donde el sabor del pescado fresco se respeta y se realza con técnicas sencillas. Durante la noche de San Xoán, también son protagonistas, aunque en forma de parrillada, como parte de una de las tradiciones más queridas del verano gallego.

Maridajes recomendados

Un vino blanco joven, como un Albariño o un Ribeiro, armoniza perfectamente con el sabor intenso de las sardinas fritas. También pueden acompañarse con pan de maíz, ensaladas frescas o unas patatas cocidas aliñadas con aceite de oliva y pimentón.

Preguntas frecuentes sobre Sardinas fritas

¿Hay que eviscerar las sardinas antes de freírlas?
No es obligatorio. En Galicia, muchas veces se fríen enteras, especialmente si son pequeñas. Eso sí, si prefieres una textura más limpia, puedes retirarlas sin problema.

¿Se pueden hacer con harina de trigo en lugar de maíz?
Sí, pero la harina de maíz aporta un rebozado más crujiente y un sabor más auténtico que recuerda a la cocina tradicional gallega.

¿Cómo se pueden reutilizar las sardinas sobrantes?
Una vez frías, pueden desmenuzarse y añadirse a ensaladas, tortillas o empanadas. Su sabor sigue siendo intenso y delicioso, incluso en frío.