Hay días en los que el olor en la cocina lo dice todo. En casa, cuando se acerca Semana Santa, aparecen las rosquillas de anís, una de esas recetas de postres que saben a infancia y a manos enharinadas. La masa lleva lo justo: anís, harina, huevo, y el resto lo pone el aceite caliente y el azúcar al final. Doradas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, son de esos dulces que se comen de pie, uno tras otro, mientras aún están templados.
Ingredientes
- 2 huevos grandes
- 100 g de azúcar
- 50 ml de anís (licor)
- 50 ml de leche
- 50 ml de aceite de oliva suave
- 1 cucharadita de levadura química
- 350-400 g de harina (aproximadamente)
- Ralladura de 1 limón
- Aceite para freír
- Azúcar para rebozar
Dificultad: Media
Tiempo estimado: 45 minutos
Receta paso a paso de las rosquillas de anís
- Mezclar los líquidos: En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que espumen. Añade el anís, la leche, el aceite y la ralladura de limón. Mezcla bien.
- Añadir los secos: Incorpora la harina poco a poco junto con la levadura. Amasa hasta conseguir una masa blanda, pero que no se pegue a las manos.
- Formar las rosquillas: Toma porciones de masa, haz cilindros con las manos y une los extremos para formar la clásica forma de rosquilla.
- Freír: Calienta abundante aceite y fríe las rosquillas a fuego medio, dorándolas por ambos lados. Sácalas sobre papel absorbente.
- Rebozar: Mientras están templadas, pásalas por azúcar para que se impregnen bien.
Información nutricional (aproximada por unidad)
Calorías | Proteínas | Grasas | Hidratos de carbono |
---|---|---|---|
130 kcal | 2 g | 5 g | 19 g |
Una receta tradicional que combina sencillez, sabor y textura. Ideal para tardes de merienda o desayunos festivos.
Otras formas de preparar rosquillas tradicionales
- Rosquetes de Semana Santa: Más densos y aromáticos, estos rosquetes suelen llevar ralladura de naranja y un toque de canela, ideales para mojar en vino dulce o café.
- Roscos de Pascua: Muy típicos en muchas regiones durante la Pascua, se caracterizan por llevar más huevos y una textura más esponjosa, decorados a veces con glasa o azúcar glas.


Origen e historia de las rosquillas de anís
Estas rosquillas tienen su origen en la repostería popular española, especialmente asociadas a la Semana Santa y Pascua. Son el típico dulce de sartén que se hacía en casa con lo que había, y que hoy sigue manteniéndose en muchas cocinas por su sabor inconfundible.
¿Sabías esto sobre el anís en la repostería?
El anís, tanto en licor como en grano, es muy utilizado en los dulces tradicionales de toda España. Aporta un aroma cálido y característico que sobrevive incluso después de la fritura o el horneado.
Qué tener en cuenta si es la primera vez que haces rosquillas de anís
- No te pases con la harina: Si la masa queda muy dura, las rosquillas serán secas.
- Frita a fuego medio: Para que se hagan por dentro sin quemarse por fuera.
- Únelas bien: Asegúrate de que los extremos queden bien sellados, para que no se abran al freír.
Maridaje recomendado para las rosquillas de anís
Van perfectas con un café, una taza de chocolate caliente o un vino dulce casero. También puedes acompañarlas con leche o una infusión especiada.
Preguntas frecuentes
¿Se pueden hacer sin anís?
Sí, puedes usar ralladura de naranja o vainilla, pero el sabor no será el mismo.
¿Se pueden hornear en vez de freír?
Sí, aunque perderán parte del sabor tradicional. Hornea a 180 °C unos 15 minutos.
¿Cuánto duran una vez hechas?
Se conservan bien durante 4-5 días en un recipiente hermético.