Cuando la luz se acorta y el frío empieza a colarse entre las puertas mal cerradas, Galicia recuerda. Recuerda a sus muertos, a sus miedos, a sus raíces. En la noche de Samaín, el aire se vuelve más denso, las sombras se alargan, y el fuego —como siempre— intenta protegernos. Porque “na noite do Samaín, as ánimas camiñan entre nós”.
¿Qué es el Samaín?
El Samaín es una festividad de origen celta que marcaba el fin del año agrícola y el inicio de la temporada oscura. Se celebra en la noche del 31 de octubre, y se creía que durante esas horas las almas de los difuntos regresaban al mundo de los vivos. En Galicia, esta tradición se mantuvo viva durante siglos y hoy está siendo recuperada como una celebración cargada de simbolismo, fuego, respeto y memoria.
Origen celta del Samaín: el año comenzaba en la oscuridad
Mucho antes de que Galicia fuera Galicia, los pueblos celtas que habitaban estas tierras marcaban el fin del año con una fecha especial: el Samhain. Era el cierre del ciclo agrícola, el momento en que el ganado volvía de los montes y los campos quedaban en silencio. El año moría para poder renacer.
La oscuridad no era temida: era parte del equilibrio natural, y había que honrarla. En esas noches largas, se creía que las almas de los difuntos cruzaban al mundo de los vivos. Por eso, se encendían hogueras, se dejaban ofrendas y se mantenían las puertas abiertas: por si alguien del otro lado quería volver un momento.
Con el tiempo, la tradición se cristianizó, dando lugar al Día de Todos los Santos y al Día de Difuntos, pero en Galicia sobrevivió el espíritu original, especialmente en zonas rurales y de fuerte tradición oral.
Rituales gallegos de Samaín: fuego, luz y respeto
En muchas casas gallegas, se siguen manteniendo gestos antiguos que nacen de esta noche mágica. No como superstición, sino como respeto.
- Encender velas en las ventanas, para guiar a los que regresan.
- Tallado de calabazas con caras grotescas: no para decorar, sino para espantar a los malos espíritus.
- Hoguera o lareira encendida: símbolo de protección y de comunión.
- Pan, castañas o vino en la mesa, por si alguna alma hambrienta necesita descansar.
- Silencio y recogimiento en las últimas horas del 31 de octubre.
También había advertencias: no salir solo de noche, no mirar atrás si escuchabas pasos, no responder si alguien te llamaba desde la oscuridad. Las creencias en ánimas errantes, como las de la Santa Compaña, tienen su raíz directa en esta visión del mundo invisible que, por una noche, se hacía presente.
Samaín y Halloween: raíces frente a espectáculo
Aunque hoy en día muchos confunden Samaín con Halloween, las diferencias son claras. Halloween es una fiesta moderna nacida de emigrantes irlandeses en Estados Unidos, donde los disfraces y el consumo ganaron protagonismo.
Samaín, en cambio, es silencio, fuego y memoria. Es la Galicia profunda que recuerda a sus muertos sin ruidos ni máscaras, es la abuela que deja pan en la ventana, es el niño que no sabe por qué, pero ese día se comporta de otra manera.
¿Dónde se celebra el Samaín?
Cada vez en más lugares. Municipios como Cedeira, Narón o Ourense han impulsado la recuperación de esta fiesta con actividades escolares, talleres de calabazas, pasacalles o representaciones. Pero también muchas aldeas pequeñas lo viven con su propio ritmo: encendiendo la lareira, contando historias antiguas, dejando que el humo acaricie las fotos de los que ya no están.
Es una fiesta viva, que ha encontrado en la educación, la cultura y la gastronomía un nuevo impulso para volver a ser lo que fue: una conexión entre generaciones.
Conexiones con otras tradiciones gallegas
Samaín no está solo. Forma parte de un tejido simbólico gallego donde el fuego, el miedo y la renovación se repiten con distintas formas:
- En la Noite de San Xoán, saltamos hogueras para alejarnos del mal.
- En la queimada, pronunciamos conxuros contra bruxas y espíritus.
- En las luces de los difuntos, entendemos que no todo lo que brilla es vida.
- En el magosto, comemos castañas junto al fuego, cerrando el ciclo del otoño.
Todas ellas hablan de lo mismo: el miedo, el recuerdo, el fuego y el renacimiento.
Preguntas frecuentes sobre Samaín
¿Cuándo se celebra el Samaín?
La noche del 31 de octubre, coincidiendo con el fin del calendario celta.
¿Qué simboliza esta festividad?
El fin del año celta, el inicio del tiempo oscuro y el regreso de las almas al mundo de los vivos.
¿Cuál es la diferencia entre Samaín y Halloween?
Samaín tiene raíces profundas en la tradición celta galaica, con un enfoque espiritual y ritual. Halloween es su versión moderna y comercial.
¿Se sigue celebrando en Galicia?
Sí, tanto en actividades institucionales como en entornos familiares y rurales. Está viviendo una recuperación significativa.
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Samaín: una noche para recordar a quienes nos recuerdan
Quizás no recordemos los nombres de todos nuestros muertos. Pero hay una noche en la que Galicia entera deja hueco para ellos: en la mesa, en el fuego, en el corazón. Es una noche de respeto, de silencio, de susurros. De volver al origen.
Encender una vela en Samaín no es un gesto folclórico. Es un acto íntimo de resistencia cultural. Es decir: “non vos esquecemos”.
